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Rompiendo el silencio : El B.D.S.M con sus grandes aportaciones a la sexualidad y a la erótica

Informar de lo que realmente son las eróticas alternativas

Hay mucho desconocimiento sobre qué es y que supone el BDSM, se cataloga como un submundo lleno de violencia y abuso, en la que impera el cuero, el látex y los tacones de aguja. Existe también un desconocimiento profundo y una creencia de que quienes lo practican padecen una enfermedad mental, y en lugar de ser entendido como un juego entre adultos es visto como una aberración en la mayoría de las ocasiones, clasificándolo como una desviación sexual grave, dicha idea se encuentra muy lejos de la realidad, ya que el BDSM por encima de todo es una actividad sana, segura y consensuada, siendo estos tres pilares los que le sustentan, y que precisamente si faltase uno de ellos se convierte en una actividad de sexo alternativo dejando de ser BDSM.

BDSM es el acrónimo resultante de la combinación de tres acrónimos y siglas encadenados ( BD, DS, SM) Bondange y disciplina, dominación y sumisión, sadismo y masoquismo. Que tiene una filosofía y/o estilo de vida basado en la relaciones de cesión de poder. Por lo tanto no tiene que ver con la ropa que se use o con emplear látigos y cuerdas para atar, las prácticas de BDSM son consensuadas y en ellas se juega con el poder, se cede y o se toma el poder de otra persona. Dicho intercambio que se produce genera una gran cantidad de energía que muchas personas le resulta excitante, permitiendo el despliegue erótico personal, así como la excitación a través de la humillación y potenciando el deseo.

Dentro del BDSM existe una negociación de los roles de dominación y sumisión, en donde existe un juego libre y consensuado de las fantasías que ayudan al individuo a conocerse, experimentar, vivir emociones intensas, sintiéndose seguros gracias a lo pactado anteriormente, así como las normas de seguridad.

Bdsm

“ El BDSM aporta alternativas creativas al auto conocimiento y la sexualidad “

Es importante poder eliminar los estigmas y quitar de la mira la visión de una práctica que se encuentra “ fuera de la norma” lo cual evita que los individuos experimenten otras vías de placer, creatividad y disfrute incluidos en el marco de la diversidad de la conducta sexual humana, solamente por conseguir el goce mediante vías diversas como pudieran ser el dolor, la inmovilización, la humillación. Cuando se comience a desviar la mirada hacia las aportaciones antes mencionadas encontraremos que el BDSM es una alternativa creativa de concebir la sexualidad.

Cierto es que no todos los juegos dentro del BDSM, ni sus practicantes son sanos, pero tampoco lo son muchas relaciones que se consideran dentro del marco de lo normativo.

El BDSM como planteamiento no tiene que ver con machismo ni con feminismo, tampoco tiene que ver con los malos tratos, también es importante diferenciar y hacer referencia de las personas bien introducidas y no principiantes ni curiosos, que confunden estos términos, tampoco nos referiremos en particular a personas con trastornos mentales y que tampoco serían capaces de desarrollar una relación sana, pero que en sus manos estas prácticas se tornarían sumamente peligrosas.

No podemos confundir el BDSM con la dominación machista pura y dura, el BDSM tiene que partir de la igualdad de sus participantes, siendo dueño de uno mismo para poder elegir libremente, por supuesto que el juego de rol de BDSM consiste en una desigualdad en la relación de poder dentro de la dominación/ sumisión, pero esto no significa que uno de los dos miembros someta o anule al otro, sino que por medio de este juego de rol, al libre albedrío disfrutan ambas partes.

La sexualidad y la afectividad humana son temas muy complejos y muy extensos, aunque para quien no está inmerso en esto cueste entender a una pareja BDSM y que a juicio del observador pueda parecer algo aberrante, para los participantes son prácticas de enaltecen y proporcionar un mejor desarrollo de su vida erótica y sexual.

Por lo tanto enmarcando el BDSM dentro del hecho sexual humano, los sexólogos tenemos objetivos en común, uno de ellos es quitar la mirada de los genitales, del coito y del orgasmo, con lo cual observaremos a lo largo de este trabajo como el BDSM brinda la posibilidad de trabajar con mapas de erotismo corporales, no únicamente genitales, para reconocer tras determinadas conductas o preferencias, un modo . de concebir la sexualidad, capaz de generar por sí mismo las representaciones de nuestras propias fantasías y transformarlas en experiencias si así se desea. De esta forma al autoexplorar las propias sensaciones, con qué intensidad quieren ser vividas, explorando y gozando sin prisa podemos ser capaces de llevar estos deseos al terreno del erotismo, aceptándonos y fijando límites y reglas claras estamos trabajando también en el autorespeto, eligiendo con quien se desea compartir esa experiencia, así el conjunto de todas estas nos llevarán a seguir aprendiendo de nosotros mismos y a una sensación de satisfacción.

Uno de los puntos en los que se enfatiza mas en dichas prácticas es la comunicación como parte esencial en la pareja, por supuesto esto no se aboca únicamente a los practicantes de la dominación y sumisión, sino que debe de ser un común denominador en todas las parejas, sin embargo dentro del BDSM es una condición indispensable, que dichos acuerdos sean explicitados y respetados, abarcando desde saber qué espera cada uno de este desarrollo aunado a una constante retroalimentación y comunicación desde el desarrollo de una sesión, hasta la parte posterior una revisión amplia y profunda de cómo se han sentido y los aspectos mejorables o que incluso no desean experimentarse. Esto es una aportación que puede hacerse para las parejas llamadas “vainilla” o “ normativas” ya que la comunicación y el poder de negociación se desarrolla ampliamente, partiendo de la premisa de que nunca se da nada por sobre entendido, todo debe hablarse y pactarse.

Se delimita claramente qué es lo que se desea desarrollar, y que se encuentra dentro de los límites incluso no negociables. Por lo tanto partimos de la siguiente premisa: “ Si te hace daño, no es BDSM” , con lo cual volvemos a enfatizar que el BDSM es para disfrutarlo y no para sufrirlo.

Es preciso hacer incapié en que los practicantes bien formados de BDSM, sin referirme a un sentimiento de superioridad, sino más bien haciendo alusión a cuestiones que aportan más por encima de las relaciones normativas o “vainilla” destaca que los juegos de rol permiten desarrollar una vivencia sexual más profunda y enriquecedora que las prácticas habituales, ya que se experimenta un disfrute a través de una amplia gama de sensaciones en zonas erógenas distintas, creando escenarios eróticos con juegos sexuales, que quitan la atención de un disfrute meramente genital o coital. Al ser sesiones pautadas, requiere altas dosis de autoconocimiento y también mucha responsabilidad propia y de la persona con quien se comparte.

El BDSM requiere introspección, y que la persona reflexione sobre sí misma así como plantearse sus propios límites, qué es lo que le puede ayudar a enfrentarse y superar miedos, traumas y cuestiones que parecían ocultas y que una sesión puede verlas reflejadas.

La ciencia, particularmente la medicina y la psicología, se han encargado de definir que actividades amatorias y los motivos por los cuales pueden considerarse sanas, normativas y permisibles, y cuales deben de clasificarse como patológicas y ser confinadas al lado oscuro de las perversiones sexuales, afortunadamente todos estos conceptos han ido evolucionando, desde 1886 como lo desarrolló en el marco teórico desde la obra de Richard Von Krafft-Ebing , hasta las más recientes actualizaciones en las que el concepto de perversión sexual tiende a desaparecer y que la categoría de trastorno parafílico tiende a desaparecer pero por mucho que se sustente sobre una cuidada etimología, constituye un eufemismo que no logra deshacerse de carga valorativa aún vigentes en el DSM-5 y la CIE-11

Las prácticas eróticas alternativas, y en particular el BDSM es capaz de generar por sí mismo una serie de valores, símbolos, imágenes ya que la forma de conocimiento del cuerpo y la manera de expresar erotismo han servido de un contexto significativo en las acciones sociales de los individuos, esto es un complejo conocimiento que constituye más allá de una serie de prácticas y fantasías a nivel individual una auténtica institución dentro de una subcultura que tiene una organización propia, en la que se encuentra incluida una rica realidad social, compleja y elaborada.

Socialmente nos enfrentamos a la problemática de que todas estas prácticas vistas como un observador externo tendrá una concepción particular del placer, fantasías y juegos, que los actos no serán vistos por el acto en sí, sino en la intención del mismo y en esto radica su significado, no solo reconociendo la dimensión significativa de una acción, de un utensilio o un fetiche, percatándonos entonces que para quien se encuentra fuera de esta subcultura un Bondage ( arte erótico de atar ) puede aparentar la restricción de una persona para privarle de su libertad, la cera puede ser utilizada para la depilación, y un azote como representativo de un supresor o agresor, inclusive como un acto de violencia. Mientras que cuando se lleva acabo dentro de estas prácticas sexuales nos daremos cuenta que quien lo practica de una forma adecuada y consensuada tendrá conocimiento Y formación para practicarlo, de una forma responsable y Segura, quienes practican juegos cuerdas y restricción deberán tener estudios anatómicos para llevar a cabo un Bondage sin causar daño y eligiendo las zonas erógenas que producen más placer y que al mismo tiempo será clasificado dentro de las artes eróticas, que para utilizar cera se estudian los diferentes tipos de piel, así como en qué zonas puede ser utilizado para también realizar arte basado en el erotismo y la sensualidad, y que un azote bien estudiado y con el utensilio adecuado por la parte dominante puede potencializar el placer y el disfrute de quien esté en estado de sumisión.

A través del BDSM podemos aportar una perspectiva enriquecedora al conocimiento de la sexualidad y del comportamiento humano en general, siempre y cuando cumpla todos los requisitos en cuanto a ser sano, seguro y consensuado, resulta fundamental que quien desee adentrarse en este tipo de prácticas eróticas las aprenda y se forme de manera adecuada con profesionales No solamente que presumen tener años de experiencia como dominantes, sino que realmente pueden enfocar estas prácticas eróticas en pro del desarrollo personal, del autoconocimiento, el equilibrio, de la comunicación y de una aportación sana a la Erotica y la sexualidad, no al ego otro tipo de relaciones de poder.

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